lunes, 9 de enero de 2012

LO QUE LE FALTA A UNA GUITARRA PARA PUDRIRSE A GUSTO por Juan Larrea


[Poeta y ensayista español nacido en Bilbao en 1895. Inspirado por la poética de Gerardo Diego se inició desde muy joven en la etapa del creacionismo, vinculándose luego al movimiento vanguardista a través de su amistad con importantes poetas hispanoamericanos como Vicente Huidobro y César Vallejo. Fue bibliotecario de profesión, vivió en Paris por mucho tiempo y a raíz de la Guerra Civil española, se exilió en México, Estados Unidos y Argentina. Su obra poética está contenida en "Oscuro dominio" publicado en México en 1935, y en la recopilación de su obra completa bajo el nombre de "Versión celeste" en 1969. Falleció en Córdoba, Argentina en 1980.

(Extraído de
A media voz)]



El aire de saber cerrar los ojos
sin dañar a lo que se espera del aire
como tu voz
como mi voz

Los tigres de nuestras pieles están rayados de agua de vidrio
saltan sin deshacer las curvas de nuestras caderas
se apegan a los relámpagos de nuestra anatomía

Ahí están los lingotes inherentes a la ilusión
estimando largos los arroyos en que el oro del alba es más bien escaso

Ocho de la noche
hace frío de heridas cerradas precipitadamente
está oscuro el corazón no es admitido
a degustar las lámparas hervidas en el agua de nuestra vida

Son las ocho de la noche
los castaños se duermen sobre una sola pata
como los tulipanes en las banderas de las semi-corcheas
el cielo no sabe de otra música que la que se nota con lágrimas
se bordan golondrinas sobre nuestros párpados
la sombra ha ocupado el sitio de nuestros dedos
como sólo pide sincerarseconfía sus secretos a la seguridad de nuestras voces.

Pero la guitarra desgraciada sigue estando ahí
tiesa en su caja
calladita


La guitare et le compotier de Juan Gris