viernes, 29 de junio de 2012

DOS CARTAS de Jacques Vaché


[Jacques Vaché: Poesía marcial

por José Abdón Flores
Milenio, 01/12/2008


El siempre litigante Roberto Bolaño, cuando buscaba resaltar el conveniente olvido del establishment o su pasiva ignorancia, mencionaba a Jacques Vaché (1896-1919). “¡No han leído a Jacques Vaché…!”, era el inicio de una retahíla de nombres que el gran lector que fue Bolaño lanzaba ya fuera como admonición o como publicidad última. A decir verdad, ni siquiera en Nantes, ciudad natal de Vaché, la gente guarda algún recuerdo de quien en buena medida influyó para que Breton planteara el surrealismo.

Jacques Vaché —y aquí hay que acudir al cliché, lo que no hará honor a sus escritos—era un personaje. Él y Breton se conocieron en 1916 en el Centro de Neurología de Nantes; el primero estaba ahí para curarse una herida, el segundo era internista. Mientras convalecía, Vaché pasaba el tiempo elaborando curiosas postales para las que concebía leyendas insólitas. Y cuando Breton —a quien llamaba “le pohète”— se acercaba, entonces hablaban de Rimbaud (a quien detestaba), de Jarry (a quien admiraba) y de Apollinaire (a quien ni siquiera conocía). Apenas recuperado Vaché se hizo estibador, si bien pasaba la mayor parte del tiempo deambulando por los muelles vestido ya fuera de teniente de húsares, de aviador o de médico…. Célebre es su happening, por llamarlo de algún modo, del 24 de junio de 1917, cuando uniformado de oficial inglés amenazó con disparar al público que asistía a una premier de Apollinaire por considerarla demasiado artística. Breton acuñaría la ejecución de este suceso como el acto surrealista por excelencia.

Su obra es por demás singular y consta de una serie de misivas, las cartas de guerra, que Vaché dirigía a sus amigos del grupo de Nantes. Las escribía desde el frente, cartas lúdicas que hablan de manera casual y cínica de la situación bélica, y que además guardan más un ritmo poético que uno narrativo.

En mayo de 1916, el ejército francés lo movilizó como intérprete para las tropas británicas. Así lo refiere a Breton:

"Cher ami, J’ai disparu de la circulation nantaise brusquement et m’en excuse —Mais M. le Ministère de la Guerre (comme ils disent)— a trouvé indispensable ma présence au front dans un délai très bref… et j’ai dû m’executer.

Je suis attaché en qualité d’Interprète aux troupes britanniques. —Situation assez aceptable en ce temps de guerre, étant traité comme officier"

Leyendo las cartas de Vaché uno diría que fue a la guerra a divertirse y nada más. El mismo Breton admira esa suerte de radicalismo y cultivado desinterés total; escribirá que “su sentido de la inutilidad teatral (y sin gozo) de todo” fue una de las primeras manifestaciones del surrealismo. De igual modo, refiere que de no haberlo conocido él habría sido tan sólo un poeta, pues lo llevó a comprender lo absurdo de la palabra vocación.

El 6 de enero de 1919, aún movilizado, Jacques Vaché murió en un hotel de Nantes debido a una sobredosis de opio. Sus cartas serían compiladas y editadas por Breton.]



Al señor Louis Aragon

Querido amigo y Mistificador


Recibí inmediatamente su carta datada el 9 de julio y sus poemas. Estoy en prisión, naturalmente, y poco apto sin embargo para expresarme acerca de los fragmentos visibles de su obra: ¿podría excusarme?


Me contento con vivir beatíficamente a la manera de los aparadores panorámicos 13 x 18=. Es un modo como cualquier otro de esperar el fin. Mantengo las fuerzas y me reservo para las cosas futuras. ¡Cual bello desorden, vea usted, será este porvenir y como podrá matarlo del mundo!… Ya lo experimenté también para no perder la costumbre, ¿no es así?—mas debo conservar mis jubilaciones íntimas, porque los comisarios del Cardenal de Richelieu…


Ya le había dicho que este pobre G. Apollinaire escribió, hacia el final, dentro de la “Bayonnette”—todavía un no sé qué “colgado a la españoleta de la ventana” mas él era ya un teniente trepanado, y ciertamente condecorado.— Well.


En él se reconocerá a nuestro precursor—nosotros no nos opondremos.


Hay sobre todo moscas plenas de sol y escudillas dudosas zumbantes—Necesitaré unos buenos trajes de jerga verde-aqua.y un chaleco blanco de cantinero— y sus mujeres en el disolvente olor de la ropa sucia perfumada…


¿Y usted, querido amigo?




J.T.H.




Elasticum de Raoul Hausmann (1920) 


***



26 noviembre 18


¡Blanca acetileno!

 ¡Todos ustedes! — Mis bellos whiskys — Mi horrible mezcla fluida y amarilla — Frasco de farmacia — Mi chartreuse verde — Citrino — Rosa emocionada de Cártamo.

¡Humeante!


Angostura — Nuez vomitiva y la incertidumbre de los jarabes — Soy un mosaiquista.


… “Say, Walter — you are a damn’ fraud, you are”. Veo el absceso sangrante de su  almeja; su ojo ahogado me mira como una pieza anatómica; el cantinero puede ser que también me mire, bolsas bajo los globos oculares, ladera la irisada, en mantel, dentro del arco iris.


OR


El hombre con cabeza de pescado muerto deja toma su cigarro mojado. ¡Su chaleco escocés!


El oficial ornado de cruz — la mujer blanda polvosa blanca bosteza, bosteza, y chupa una loción capilar — (así es por el amor.).


“sus criaturas danzan durante nueve horas, monsieur”.— como su dedo está grasiento (así es por el erotismo, vea usted)


Alcoholes que serpenteantes, azuleantes, somnolientos, descendentes, rodantes, apagantes.


¡Flameado!


¡¡MI APOPLEJÍA!!


N.B. Las leyes, de todos modos, se oponen al homicidio voluntario.


(Traducido del francés por Mario Bojórquez para la revista Círculo de Poesía)

martes, 19 de junio de 2012

EL ATREVERSE Y LA ESPERANZA (Violette Noziére*) por Paul Eluard


[Seudónimo de Eugène Grindel, poeta francés nacido en  Saint-Denis el 14 de diciembre de 1895. A la edad de dieciséis años suspendió estudios para recibir tratamiento durante dieciocho meses en un sanatorio suizo. En 1920, después de participar en la I Guerra Mundial, inició una fulgurante carrera literaria uniéndose a Breton, Soupault y Aragon, con quienes impulsó el movimiento surrealista, convirtiéndose en uno de sus más importantes figuras. En 1927, invitado por Salvador Dalí, viajó a Cadaqués junto a su esposa Helena Diakonova (Gala), quien luego lo abandonó para unirse al pintor.  Durante la ocupación alemana en Francia, alejado del surrealismo y militando ya en el comunismo, se convirtió en uno de los escritores más relevantes de la resistencia.  Entre sus obras más importantes merecen destacarse: "Capital del dolor" en 1926, "La Inmaculada Concepción", escrito con Breton en 1930,  "Poesía y verdad" en 1942, "Lección de moral" en 1950, y "Los senderos y los caminos de la poesía" en 1952. Falleció en Charenton-le-Pont en noviembre de 1952.


(Extraído de A media voz)]


Cuando el pelícano
Las paredes de la casa se parecen
Una voz infantil responde
Sí como un grano de trigo y las botas de siete leguas
En una de las paredes están los retratos de familia
Un mono hasta el infinito
En la otra está la puerta ese cuadro cambiante
Por donde yo entro
La primera


Después se charla bajo la lámpara
De un extraño mal
Que produce locos y genios
La niña tiene luces
Polvos misteriosos que ella trae de lejos
y que se saborean con los ojos cerrados
Pobre angelito diría la madre
Con ese tono de las madres menos bellas que sus hijas
y celosas
Violeta soñaba con baños de leche
Con hermosos vestidos de pan fresco
Con hermosos vestidos de sangre pura
Un día ya no habrá padres
En los jardines de la juventud
Habrá desconocidos
Todos los desconocidos
Los hombres para quienes una siempre resulta nueva
y la primera

Los hombres por quienes una escapa de sí misma
Los hombres para quienes no se es la hija de nadie


Violeta ha soñado deshacer
Ha deshecho
El horrible nudo de serpiente de los lazos de sangre

De La rose publique



Cadáver exquisito por André Breton, Valentine Hugo, 
Tristan Tzara y Greta Knutson (1933)


*Violette Noziére: estudiante del liceo Fenelón, que envenenó a su padre con veronal, y luego dejó abierto el grifo de gas para simular una intoxicación accidental. Al descubrirse su crimen lo justificó sosteniendo que su padre había querido violarla. Los surrealistas hicieron de ella una heroína anticonvencional, y publicaron un famoso volumen de homenaje que contenía poemas de casi todos los surrealistas (Violette Noziéres, Editions Nicolas Flamel, Bruselas, 1934). Violette Noziéres fue condenada a muerte, pero el presidente Lebrun, en 1934, conmutó esa pena por la de prisión. En 1945, Charles De Gaulle la puso en libertad.

sábado, 16 de junio de 2012

AULLIDO por Allen Ginsberg

[Poeta norteamericano nacido en Paterson, New Jersey, en 1926. Hijo de un maestro de escuela y una militante comunista rusa, rechazó desde pequeño los valores sociales y modos de vida establecidos,  promoviendo a través del movimiento Beat, una literatura libre, el uso de drogas, la libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental, cuya práctica abrió las puerta a la generación hippie en la década del sesenta. La publicación en 1956 de  "Aullido y otros poemas", le generó un juicio por obscenidad, elevando paradójicamente su fama en el ámbito internacional. Conocido por su prodigiosa energía, trabajó incansablemente para promover no sólo su propio trabajo, sino también los escritos de sus compañeros de lucha Kerouac y Burroughs. Pasó largos períodos de tiempo en México, América del Sur, Europa y la India. Visitó todos los continentes y cada estado en los Estados Unidos, y algunos de sus mejores trabajos surgieron como resultado de estos viajes. Sus poemas aparecen regularmente en muchas antologías y algunas universidades aún ofrecen cursos de la generación Beat. Falleció, víctima de cáncer, en 1997.         

Extraído de A media Voz ]


Para Carl Solomon


He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura, famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías miradas,  velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las
crestas de la ciudad en contemplación del jazz,
que desnudaron sus cerebros ante el Cielo bajo el El y vieron tambalearse iluminados ángeles mahometanos sobre los tejados de las casas de alquiler,
que atravesaron las universidades con radiantes ojos tranquilos,
alucinando Arkansas y tragedias de luz-Blake entre los escolásticos de la guerra,
que fueron expulsados de las academias por dementes & por publicar
odas obscenas sobre las ventanas de la calavera,
que se acurrucaban amedrentados en ropa interior en habitaciones sin afeitar, quemando su dinero en papeleras y escuchando el sonido del Terror a través de la pared,
que fueron aferrados por sus barbas púbicas al regresar por Laredo a Nueva York con un cinturón de marihuana,
que devoraron fuego en hoteluchos o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o hacían sufrir a sus torsos los tormentos del purgatorio noche tras noche por medio de sueños, drogas, pesadillas de la consciencia, alcohol y verga y juergas continuas, incomparables callejones sin salida de trémula nube y relámpago en la mente abalanzándose hacia los polos de Canadá Paterson, iluminando todo el inmóvil mundo del intertiempo,
solideces de salones en Peyote, albas de cementerio de árbol verde en el patio de detrás, borrachera de vino sobre los tejados, barrios de escaparates de locuras automovilísticas en marihuana parpadeo de neón luz de tráfico, vibraciones de sol y luna y árbol en los rugientes atardeceres de invierno en Brooklyn, desvarios de lata de basura y bondadosa soberana luz de la mente,
que se encadenaron a los ferrocarriles subterráneos para el interminable trayecto entre Battery y el sagrado Bronx colgados en benzedrina hasta que el ruido de ruedas y niños les hacía caer temblorosos, con la boca como un erial y bataneados, yermos mentalmente, despojados de toda brillantez bajo la lúgubre luz de zoológico,
que se sumergían la noche entera en la submarina luz de Bickford's, salían flotando y desgranaban la tarde de cerveza rancia en el desolado Fugazzi's, escuchando el estallido del
apocalipsis en el jukebox de hidrógeno,
que hablaban sin interrupción durante setenta horas del parque al apartamento al bar a Bellevue al museo al Puente de Brooklyn,
un perdido batallón de conversadores platónicos saltando las barandillas terminales de las escaleras contra incendios, desde las ventanas, desde el Empire State, desde la Luna,
desbarrando gritando vomitando susurrando hechos y recuerdos y anécdotas y excitaciones oculares  y conmociones de hospitales y cárceles y guerras,
intelectos enteros vomitados en deposición integral durante siete días
con sus noches con ojos brillantes, carnaza para la
sinagoga arrojada sobre el pavimento,
que se desvanecieron en la nada de la Nueva Jersey Zen dejando un rastro de ambiguas postales dibujadas del Ayuntamiento de Atlantic City,
sufriendo sudores orientales y crujidos de hueso tangerinos y migrañas de la China bajo el síndrome de abstinencia en la escuálida habitación amueblada de Newark,
que vagaban sin tino a media noche en el cercado de los ferrocarriles preguntándose dónde ir, y partían, sin dejar atrás corazones destrozados,
que encendían cigarrillos en furgones furgones furgones que traqueteaban a través de la nieve hacia solitarias granjas en la abuela noche,
que estudiaban a Plotino Poe S. Juan de la Cruz telepatía y la kabala bop porque el cosmos vibraba instintivamente a sus pies en Kansas,
que se lo hacían de solitarios por las calles de Idaho en busca de ángeles indios visionarios que fueran ángeles indios visionarios,
que pensaron que tan sólo estaban locos cuando Baltimore refulgió en sobrenatural éxtasis,
que entraban a saco en limusinas con el Chino de Oklahoma impulsados por la lluvia de invierno de farola de medianoche de pueblo,
que vagaban perezosos hambrientos y solos a través de Houston en busca de jazz o de sexo o de sopa, y siguieron al deslumbrante Español para conversar acerca de América y la Eternidad, desesperanzadora tarea, y así embarcaronrumbo a Africa,
que desaparecieron en los volcanes de Méjico dejando tras de ellos tan sólo la sombra de sus vaqueros y la lava y la ceniza de la poesía esparcida en la chimenea que es Chicago,
que reaparecieron en la Costa Oeste investigando al F.B.I. con barba y en pantalones cortos con grandes ojos pacifistas
eróticos con su piel morena distribuyendo incomprensibles panfletos,
que se quemaban los brazos con cigarrillos en protesta por la narcótica neblina de tabaco del capitalismo,
que distribuían panfletos Supercomunistas en la Plaza de la Unión sollozando y desnudándose mientras las sirenas de Los Alamos les perseguían con sus aullidos, y aullaban por
la calle Wall, y el ferry de Staten Island aullaba también,
que se derrumbaban sollozando en blancos gimnasios desnudos y trémulos ante la maquinaria de otros esqueletos,
que mordían a los detectives en el cuello y chillaban con deleite en coches de la policía por no haber cometido más crimen que su espontánea y salvaje pederastia e intoxicación,
que aullaban de hinojos en el metro y se veían arrastrados de los tejados enarbolando genitales y manuscritos,
que permitían que los virtuosos motoristas les dieran por culo, y gritaban de gozo,
que mamaban y fueron mamados por esos serafines humanos,
los marineros, caricias de amor Atlántico y Caribeño, que follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas y el césped de los parques públicos y los cementerios dispersando su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera,
que hipaban interminablemente intentando forzar una risita pero acabaron sollozando tras una partición de unos Baños Turcos cuando el rubio desnudo ángel apareció para atravesarles con una espada,
que perdieron sus efebos a manos de las tres viejas arpías del destino la arpía tuerta del dólar heterosexual, la arpía tuerta que guiña el ojo desde el interior del útero y la arpía tuerta que se limita a sentarse sobre su culo y cortar las áureas hebras intelectuales del telar del artesano,
que copulaban extáticos e insaciados con una botella de cerveza un amante un paquete de cigarrillos una vela y caían de la cama y continuaban por el suelo pasillo adelante y terminaban desmayándose contra la pared con una visión del coño supremo y la eyaculación eludiendo el último hálito de la consciencia
que endulzaron los coños de un millón de muchachas que se estremecían en el crepúsculo, y al alba se encontraban con los ojos enrojecidos, pero dispuestos a endulzarle el coño a la aurora, exhibiendo relámpagos de culo bajo los graneros y desnudos en el lago,
que salían de putas por Colorado en miríadas de coches robados para una noche, N.C., héroe secreto de estos poemas, follador y Adonis de Denver — regocijémonos en el recuerdo de sus innúmeras jodiendas de muchachas en solares vacíos & en patios traseros de restaurantes, en rechinantes filas de cines, en las cimas de las montañas en cuevas o con enjutas camareras en familiares alzamientos de solitarias enaguas a un lado de la carretera & especialmente de sus secretos solipsismos en los servicios de las gasolineras, & también en las callejuelas de la ciudad natal,
que se desvanecían en vastas y sórdidas películas, eran desplazados en sueños, despertaban en un súbito Manhattan, y salían a duras penas de los sótanos con resaca de despiadado Tokay y horrores de sueños de hierro de la Tercera Avenida & iban  tambaleándose  hacia  las  oficinas  de  desempleo,
que caminaban toda la noche con los zapatos llenos de sangre sobre los muelles convertidos en bancos de nieve esperando que una puerta en el East River se abriera a una habitación llena de vaporoso calor y opio,
que crearon grandes dramas suicidas sobre los farallones de apartamentos del Hudson bajo el foco azul de tiempo de guerra de la luna & serán ceñidas sus cabezas con laurel en el olvido,
que comieron el estofado de cordero de la imaginación o digirieron el cangrejo en el cenagoso lecho de los ríos del Bowery, que lloraban ante el encanto de las calles con sus carritos llenos de cebollas y mala música,
que se sentaban sobre cajas inspirando la oscuridad bajo el puente, y se levantaban para construir clavicordios en sus áticos,
que tosían en el sexto piso de Harlem coronados de llamas bajo el cielo tubercular rodeados de cajas de naranjas llenas de teología,
que garrapateaban todas las noches balanceándose y rodando sobre elevados encantamientos que en la amarilla mañana eran estrofas de desatinos,
que cocinaban animales podridos pulmón corazón patas rabo borsht & tortillas soñando con el puro reino vegetal, que se arrojaban de cabeza bajo camiones de carne en busca de un huevo,
que tiraron sus relojes desde el tejado para emitir su voto por una Eternidad fuera del Tiempo, & cayeron despertadores sobre sus cabezas día tras día durante toda una década,
que se cortaron sin éxito las muñecas tres veces consecutivas abandonaron y se vieron obligados a abrir tiendas de antigüedades donde pensaron que se estaban volviendo viejos y se echaron a llorar,
que fueron quemados vivos en sus inocentes trajes de franela en Madison Avenue entre salvas de plúmbeos versos & el enlatado estruendo de los férreos regimientos de la moda
& los chillidos de los maricas de la publicidad & el gas mostaza de siniestros editores inteligentes, o fueron atropellados por los ebrios taxis de la Realidad Absoluta,
que saltaron desde el Puente de Brooklyn esto sucedió de hecho y se alejaron caminando desconocidos y olvidados penetrandoen el aturdimiento fantasmal de las callejuelas de sopa &
coches de bomberos del Barrio Chino, ni siquiera una cerveza gratis,
que cantaban desesperados desde sus ventanas, se caían por la ventanilla del metro, se arrojaban al mugriento Passaic, se abalanzaban sobre los negros, lloraban por toda la calle, bailaban sobre vasos de vino rotos con los pies descalzos estrellaban discos de nostálgico jazz europeo alemán de los años 30 acababan el whisky y vomitaban gimiendo en el ensangrentado vater, con gemidos y el estruendo de colosales silbatos de vapor en los oídos que se lanzaban a tumba abierta por las autopistas del pasado viajando a los puestos de observación, Gólgota de soledad carcelaria de coches preparados de cada uno de ellos o encarnación de jazz de Birmingham,
que conducían campo a través durante setenta y dos horas para averiguar si yo había tenido una visión o tú habías tenido una visión para conocer la Eternidad,
que viajaban a Denver, que morían en Denver, que regresaron a Denver & esperaron en vano, que velaron a Denver & cavilaron & se asolaron en Denver y finalmente lo abandonaron para averiguar el Tiempo, & ahora Denver siente añoranza por sus héroes,
que se postraban de hinojos en desesperanzadas catedrales rezando por su mutua salvación y por la luz y los pechos, hasta que el alma iluminó su cabello durante un segundo,
que se estrellaron a través de sus mentes en la cárcel esperando a imposibles criminales de áureas cabezas y el encanto de la realidad en sus corazones que cantaran dulces blues a Alcatraz,
que se retiraron a México para cultivar un hábito, o a Rocky Mount al tierno Buda, o a Tánger en busca de muchachos o a la Southern Pacific a por la negra locomotora o a Harvard en busca de Narciso a Woodlawn a la guirnalda de margaritas o la tumba,
que exigieron juicios de cordura acusando a la radio de hipnotismo & se quedaron colgados con su locura & y sus manos & un jurado indeciso,
que arrojaban ensalada de patatas a los conferenciantes de la CCNY sobre el Dadaísmo y subsiguientemente se presentaban sobre los escalones de granito del manicomio con las cabezas afeitadas y un arlequinesco discurso sobre el suicidio, exigiendo una lobotomía al instante, y recibieron a cambio el concreto vacío de la insulina el metrasol la electricidad la hidroterapia la psicoterapia, la terapia ocupacional pingpong amnesia,
que en desolada protesta se limitaron a volcar una única simbólica mesa de pingpong, descansando brevemente en la catatonia, regresando años más tarde calvos de verdad a excepción de una peluca de sangre, y lágrimas y dedos, a la visible condenación del demente de los pabellones de las ciudades de locos del Este, los fétidos salones de Pilgrim State, Rockland y Greystone, disputando con los ecos del alma, balanceándose y rodando en los bancos de soledad de medianoche reinos-dolmen del amor, el sueño de la vida una pesadilla, los cuerpos convertidos en piedra pesada como la luna, (****** al fin la madre) y arrojado el último libro fantástico por la ventana del piso de alquiler y cerrada la última puerta a
las 4 a.m. y estrellado el último teléfono contra la pared a modo de respuesta y despojada la última habitación amueblada hasta de la última partícula de mobiliario mental, un papel amarillo se erguía retorcido sobre un colgador de alambre en el armario, e incluso eso imaginario, tan sólo una esperanzada pizca de alucinación 
ah, Carl, no estaré a salvo mientras no estés a salvo, y ahora estás realmente sumergido en la absoluta sopa animal del tiempo —
y quién por lo tanto corrió a través de las heladas calles obsesionado por una súbita inspiración acerca de la alquimia de la utilización de la elipse el catálogo, la medida & el plano vibratorio,
quién soñó y realizó vacíos encarnados en el Tiempo & el Espacio a través de imágenes yuxtapuestas, y atrapó al arcángel del alma entre 2 imágenes visuales y unió los verbos elementales y puso al nombre y pincelada de la consciencia a brincar juntos con sensación de Pater Omnipotens Aeterna Deus 
para recrear la sintaxis y la métrica de la pobre prosa humana y quedar ante ti mudo e inteligente y tembloroso de vergüenza, rechazado y no obstante confesando el alma para conformarse al ritmo del pensamiento en su desnuda e inconmensurable cabeza, el loco vagabundo y el ángel laten en el Tiempo, desconocidos y no obstante registrando aquí lo que podría quedar por decir en el tiempo después de la muerte,
y se alzó reencarnado en las fantasmales vestiduras del jazz en la áurea sombra de las trompas de la banda y sopló el sufrimiento por amor del desnudo cerebro de América convirtiéndolo en un grito de saxofón eli eli lamma lamma sabacthani que hizo estremecerse a las ciudades hasta la última radio 
con el corazón absoluto del poema de la vida sanguinariamente desgarrado de su propio cuerpo, comestible durante mil años.


II


¿Qué esfinge de cemento y aluminio reventó sus cráneos y devoró sus cerebros y su imaginación?
¡Moloch! ¡Soledad! ¡Inmundicia! ¡Fealdad! ¡Latas de basura e inalcanzables dólares! ¡Niños chillando bajo las escaleras!
¡Muchachos sollozando en los ejércitos! ¡Ancianos llorando quedamente en los parques!
¡Moloch! ¡Moloch! ¡Pesadilla de Moloch! ¡Moloch el sin amor!
¡Moloch mental! ¡Moloch el inmisericorde juez de los hombres!
¡Moloch prisión incomprensible! ¡Moloch cárcel desalmada de tibias cruzadas y Congreso de aflicciones! ¡Moloch cuyos edificios son veredictos! ¡Moloch la vasta piedra de la guerra! ¡Moloch los anonadados gobiernos!
¡Moloch cuya mente es pura maquinaria! ¡Moloch cuya sangre es el fluir del dinero! ¡Moloch cuyos dedos son diez ejércitos! ¡Moloch cuyo pecho es una dinamo caníbal! ¡Moloch cuyo oído es una humeante tumba!
¡Moloch cuyos ojos son un millar de ventanas cegadas! ¡Moloch cuyos rascacielos se yerguen en las largas avenidas como inacabables Jehovahs! ¡Moloch cuyas fábricas sueñan y croan en
la niebla! ¡Moloch cuyas chimeneas y antenas coronan las ciudades!
¡Moloch cuyo amor es petróleo y piedra sin medida! ¡Moloch cuya alma es electricidad y bancos! ¡Moloch cuya pobreza es el espectro del genio! ¡Moloch cuyo sino es una nube de
asexuado hidrógeno! ¡Moloch cuyo nombre es la Mente!
¡Moloch en cuyo seno me aposento en soledad! ¡Moloch en cuyo seno sueño ángeles! ¡Demente en el seno de Moloch! ¡Chupapollas en Moloch! ¡Desamado y sin hombre en el seno de Moloch!
¡Moloch que penetró en mi alma tempranamente! ¡Moloch en cuyo seno soy una consciencia sin cuerpo! ¡Moloch que me aterrorizó sacándome de mi éxtasis natural! ¡Moloch a quien abandono! ¡Despertad en el seno de Moloch! ¡La Luz cae del cielo en torrentes!
¡Moloch! ¡Moloch! ¡Robóticos apartamentos! ¡suburbios invisibles! ¡tesorerías esqueléticas! ¡capitales ciegos! ¡demoníacas industrias! ¡naciones espectrales! ¡manicomios invencibles! ¡penes de granito! ¡bombas monstruosas!
¡Se quebraron las espaldas elevando a Moloch hasta los Cielos! ¡Pavimentos, árboles, radios, toneladas! ¡elevando la ciudad al Cielo que existe y está por doquiera en torno nuestro!
¡Visiones! ¡presagios! ¡alucinaciones! ¡milagros! ¡éxtasis! ¡arrastrados todos por el río americano!
¡Sueños! ¡adoraciones! ¡iluminaciones! ¡religiones! ¡todo el cargamento de sensiblera bazofia!
¡Adelantaos! ¡sobre el río! ¡flipes y crucifixiones! ¡todo arrastrado por la corriente! ¡Globos! ¡Epifanías! ¡Desesperaciones! ¡Diez años de gritos y suicidios de animales! ¡Mentes! ¡Nuevos amores! ¡Loca generación!  ¡abajo sobre las rocas del Tiempo!
¡Auténtica risa sagrada en el río! ¡Lo vieron todo! ¡los ojos enloquecidos! ¡los sagrados alaridos! ¡Se despidieron! ¡Saltaron desde el tejado! ¡hacia la soledad! ¡agitando el brazo! ¡con flores en las manos! ¡Al río! ¡a la calle!


III


¡Carl Solomon! Estoy contigo en Rockland
                           donde tú estás más loco que yo
Estoy contigo en Rockland
                           donde debes sentirte muy extraño
Estoy contigo en Rockland
                           donde imitas la sombra de mi madre
Estoy contigo en Rockland
                           donde has asesinado a tus doce secretarias
Estoy contigo en Rockland
                           donde somos grandes escritores que utilizan la misma 
                           horrible máquina de escribir
Estoy contigo en Rockland
                           donde te ríes de este invisible humor
Estoy contigo en Rockland
                           donde tu estado ha llegado a ser crítico y dan partes 
                           sobre él en la radio
Estoy contigo en Rockland
                           donde las facultades del cráneo no admiten ya a 
                           los gusanos de los sentidos
Estoy contigo en Rockland
                           donde bebes el té de los pechos de las soltaras de Utica
Estoy contigo en Rockland
                           donde bromeas acerca de los cuerpos de tus enfermeras 
                           las arpías de Bronx
Estoy contigo en Rockland
                            donde chillas enfundado en una camisa de fuerza que 
                            estás perdiendo la partida del verdadero pingpong 
                            del abismo
Estoy contigo en Rockland
                            donde aporreas sobre el catatónico piano el alma 
                            el inocente e inmortal jamás debería morir 
                            abandonada de Dios en un manicomio armado
Estoy contigo en Rockland
                             donde cincuenta shocks más no devolverán a tu
                             cuerpo su alma de su peregrinación a una cruz 
                              en el vacío
Estoy contigo en Rockland
                             donde acusas a tus doctores de locura y planificas 
                             la revolución socialista Hebrea contra el Gólgota
                             nacional fascista
Estoy contigo en Rockland
                             donde desgarrarás los cielos de Long Island y 
                             resucitarás a tu Jesús humano y viviente de la 
                             tumba sobrehumana
Estoy contigo en Rockland
                             donde hay veinticinco mil camaradas locos 
                             cantando todos juntos las estrofas finales 
                             de la Internacional
Estoy contigo en Rockland
                             donde abrazamos y besamos a los Estados 
                             Unidos bajo las sábanas los Estados Unidos 
                             que tose toda la noche y no nos deja dormir
Estoy contigo en Rockland
                             donde nos despertamos del coma electrizados 
                             por los aviones de nuestras propias almas que 
                             rugen sobre el tejado han venido a dejar caer 
                             angélicas bombas el hospital se ilumina a sí 
                             mismo se  derrumban paredes imaginarias Oh 
                             escuálidas legiones salid corriendo de aquí 
                             Oh conmoción de misericordia salpicada de 
                             estrellas la guerra eterna ha llegado Oh victoria,          
                             olvida tu ropa interior somos libres
Estoy contigo en Rockland
                             en mis sueños tú caminas chorreando de un viaje
                             por mar sobre la autopista que atraviesa América 
                             anegado en lágrimas hasta la puerta de mi casa de     
                             campo en la noche de Occidente


San Francisco, 1955-56

Howl recitado por su autor

viernes, 1 de junio de 2012

AFORISMOS por Malcolm de Chazal


[Malcolm de Chazal nació en Vacoas de la Isla Mauricio el 12 de septiembre de 1902. Ingeniero y funcionario técnico de teléfonos y electricidad. Es autor de dos tratados de economía. Publicó una serie de libros de pensamientos y aforismos poéticos influidos por la concepción mística de Swedenborg. Su obra fue presentada en Francia con el respaldo y los amplios elogios de Jean Paulhan. Los surrealistas - Breton en especial - vieron en Malcolm de Chazal a uno de los suyos por su método de captación de la realidad mediante una especie de iluminación. En los últimos años escribió un número considerable de obras teatrales. Desde el año 1958 se dedicó también a la pintura. Falleció el 1 de octubre de 1981.


(Extraído del blog Las nínfulas de Yoknapatawpha)]



El grano es la cartera femenina de las plantas.

La bailarina danza por secciones sucesivas de su cuerpo en arpegio. En todo el campo natural, sólo el agua en movimiento danza con todo su cuerpo a la vez.

Las flores tienen miradas de niño y boca de viejo - inocencia y sabiduría reunidas., los polos de la vida se tocan, círculo cerrado de lo divino.

La nariz es quizás la parte del rostro que más advertimos en los demás, y es, al mismo tiempo, la parte de nuestro rostro que menos sentimos sobre nuestra cara. Mientras que estamos totalmente conscientes de nuestra boca, sentimos nuestra nariz como fuera de nosotros mismos: una condición que nos torna mucho más conscientes del vecino que de la nuestra propia.

El idiota bala con la mirada.

El sapo que huye por efectos del miedo, nada corriendo, como un pez salido del agua corre nadando.

La boca es la estación de partida de la risa, y el ojo, la del término. Mucho tiempo después que la boca se ha callado, el ojo ríe todavía.

La luz jamás es sucia, salvo en la mirada del hombre.

El oído es un espectador que aplaude con los ojos.

La bondad civiliza. ¡Cuántas santas comenzaron como campesinas y terminaron como grandes señoras!...

El adulterio es para el hombre un excitante, y para la mujer un calmante.

La pasión sin testigos tiene una vida corta. Romeo y Julieta, en una isla desierta, hubieran terminado pronto como un matrimonio burgués.

La plegaria verdadera nos hace arrodillarnos tanto de codos como de rodillas. En el éxtasis, la boca se prosterna en el rostro, como una rodilla rezando.

El sol es el comunismo integral, salvo en las ciudades, donde el sol es propiedad privada.

Los snobs tosen por la nariz.

El perro es, de todos los seres vivientes, el que menos tiene el instinto nómada. Por este título, es el primero en fecha de los civilizados. Y como prueba: los perros domésticos se apartan instintivamente de los perros vagabundos, como nosotros, los hombres, evitamos a todos los que no tienen un techo fijo.

La flor no conoce los "días de la semana". Ella está siempre vestida de domingo.

La boca es el anagrama de los ojos. Y los ojos, el anagrama de la boca.

El color gris es el cenicero del sol.

El animal subraya con la cola sus gritos. Sacadle a los animales su cola y vociferarán con más vehemencia, igual a un charlatán al que se le han amarrado las manos, y que se ahoga cuando habla.

¿Qué se ría de un rey sin su séquito?... Caídos sus pétalos, el corazón de la flor ya no resplandece.

Son los profetas de la desgracia los que menos se equivocan, pues la desgracia casi siempre nos llega de frente, mientras que la felicidad nos llega de espaldas.

El silencio es un abogado que defiende su causa con los ojos.

El beso termina en punta de aguja, y la voluptuosidad en abanico. El beso es flecha, y la voluptuosidad es surtidos.

La mujer nos torno poetas; el niño nos torna filósofos.

La abeja está demasiado ocupada en recoger el jugo de las flores para detenerse en contemplar los campos paradisíacos en los que penetra a cada instante. ¡El hombre está demasiado ocupado en "ganar su vida" para vivirla!

Si el sol fuera modesto no se ría sol. No se puede ser grande y disminuido al mismo tiempo.

Sólo a los veinte años las lágrimas son un afrodisíaco.

El diablo es el lado más estable de las creencias. El debilitamiento de la creencia en el diablo preludia la decadencia de las religiones.

El hombre está dispuesto a creerlo todo, con tal que se lo digan misteriosamente. Quien quiere ser creído, debe hablar en voz baja.

El defecto de todo gran artista es el de querer, a la larga, hacer una ciencia de su arte, de reiterar el gesto de Adán, quien no contento con disfrutar del Paraíso, quiso aún conocer el mecanismo y encontrar la fórmula.

La distinción consiste ante todo en la sobriedad de los gestos. Es porque no hace un gesto de más, que nosotros decimos que el animal es más distinguido que nosotros.

Toda mueca parte, pero no retorna a su punto de partida, salvo las muecas de la gente que llora.

Nosotros podemos ver dos objetos al mismo tiempo, pero nunca dos rostros a la vez, puesto que el rostro humano es un todo, y todo objeto, cualquiera que éste sea no es más que una partícula de un conjunto mucho más grande. Sólo el rostro humano concentra toda nuestra mirada.

El animal solamente tiene la moral de la nariz, la conciencia del olfato. El animal que acaba de sentir un olor que le disgusta, y que sea contrario a su psicología, torcerá la cabeza y se alejará con un aspecto contrito, como el pecador que huye del lugar de su caída, con la cabeza baja y el alma atiborrada de remordimientos.

La Zarza Ardiente fue el símbolo-preludio de la Crucifixión. Si Cristo no hubiera estado "sobre otro plano" en el momento de la crucifixión, su propio cuerpo hubiera incendiado la cruz.

Aullar es para los perros una manera de charlatanear. Para hablar "seriamente", los perros gruñen.

Los animales se alaban moviendo, y se enorgullecen levantando el cuello. Los vanidosos en la raza humana, por falta de cola, se alaban con las caderas.

Tenemos siempre cien años para los que nos detestan, y veinte, para los que nos aman. A los que se ama, se les rejuvenece siempre.

Un sacerdote es a menudo un inmenso poeta que no ha encontrado una lira a su medida. ¡Cuántos poetas, por otra parte, son auténticos sacerdotes ignorados!...

Estamos todavía en el estado burgués de la poesía, en la que la música de las palabras, metida entre las dos riendas del diccionario y de la gramática, debe obedecer a estas dos o sufrir el látigo de la ignominia. La poesía no puede ser viva y liberada, mientras los poetas no se atrevan a cambiar el sexo de las palabras, a voluntad, con el fin de crear disonancias y asonancias para encontrar las necesidades de la musicalidad del verbo y las modulaciones del pensamiento. La poesía no será angélica sino el día en que las palabras sean plásticas.

La muerte es más fácil de definir que la vida, así como el signo menos es mucho más preciso que el signo más.

Los artistas son únicamente los estudiantes de la luz, de la cual la flor es la única diplomada. El artista no tiene sino el arte de los colores. La flor tiene también la ciencia de los colores. Por ciencia hay que entender el sentido perfecto, que significa conocimiento intuitivo y absoluto, y que aparte la nota falsa y el paso en falso. Pintores, tenéis en la flor el mejor maestro de dibujo, el mejor colorista y el mejor formalista. Pero como la flor no enseña sus secretos sino únicamente por la mirada, no basta mirar la flor para aprender de ella, sino, sobre todo, hacerse mirar por ella. El hombre que nunca haya sentido el ojo de la flor posarse sobre él, no es un artista, por muy grande que sea su prestigio y por muy incomparables sus telas.

Un hermoso cuerpo de mujer es la mejor lámpara de cabecera. Dormir juntos torna menos opaca la noche.

La muerte es una electrocutación por una descarga vital, pero la descarga proviene del más allá. Esto, porque el "voltaje" de nuestro mundo es demasiado bajo para matar. Poned a la humanidad de un extremo a otro, como una batería en serie, y no conseguiréis la millonésima parte de la fuerza electro-psíquica del más "diminuto" de todos los ángeles del Paraíso.

Los colores rosados son los dientes de leche del sol.

Si las iglesias estuvieran construidas en forma de ataúdes, los fieles huirían de ellas como de la peste. Del mismo modo que se toma un narcótico para tratar de olvidar la vida, ¡cuántos no van a la iglesia para tratar de olvidar la muerte!...

La idea de Dios varía de edad en edad con la subida y el descenso de las religiones; la idea del Diablo es el más estable de nuestros instintos; ya que la adoración es pasajera y el miedo, permanente.

Dios está en todas partes en la naturaleza, pero aparece en todas partes de incógnito. Lo que nos impide ver a Dios, es que nuestro espíritu es complicado, mientras que Dios es simple.

El olor es el más permanente de todos nuestros gustos. Cuando no se ama un olor, es para siempre.

La voluptuosidad es un placer redondo. Si la Serpiente hubiera partido en dos la Manzana, la Voluptuosidad nunca hubiera existido.

El diamante es la gallina de los huevos de oro de la luz.

Un hombre obeso que gesticule parece más gordo todavía. La simplicidad de los gestos adelgaza.

La voz humana es el mediodía de los sonidos.

El humo es una indigestión del fuego.

El miedo descompone el aliento, como una ensalada rusa que caminara de espaldas para volver a sus elementos.

El nimbo lunar es el anillo nupcial del Día y de la Noche.

La boca es más periódica que el ojo. La mujer tiene el ojo para "su mes" y tiene su boca para "el día".

El sol tiene la mirada inmutable. Dios en toda su eternidad, no ha pestañado ni una sola vez.

Nunca se es totalmente loco de los dos ojos a la vez, o totalmente sabio de los dos al mismo tiempo. Siempre un ojo hace un poco el clown, mientras que el otro permanece serio. El ojo es una balanza hormigueante de contrapesos.

El egoísmo pone los sentimientos en fila india.

El otoño es el palimpsesto de todas las estaciones.

Siempre hacemos esperar a Dios por unos clientes más apremiantes. La misa es la entrevista con Dios fijada de antemano.

La voluptuosidad es la más poderosa sensación que tenemos de la velocidad.

El Diablo es la cuarta dimensión de las iglesias.


"Maison" por Malcolm de Chazal