martes, 20 de noviembre de 2012

UN POEMA de Étienne Lero

[Poeta de raza negra, de tendencia surrealista, nació en 1909 en Lamentin (Martinica) y murió en 1939 en París. Fundó en París con Jules Monnerot y René Menil el grupo "Légitime Défense" para luchar contra el colonialismo en las Antillas. Colaboró en "Le Surréalisme au scrvice de la Révolution" y en el número especial de la revista belga "Docurnenrs 1934" dedicado al surrealismo. Su obra poética es escasa, interrumpida por su muerte prematura.

(Extraído de la Antología de la poesía surrealista de Aldo Pellegrini)]


Castañas en los párpados de la corriente
Sois el lugar de los encuentros
Hermosas rocas insumergibles
Desatan la escala de seda
De una noche que conduce hacia los rastros de sangre
La clepsidra del rostro que amo
En ese brazo termina un mundo
Donde el sol de los caminos llama hacia la otra orilla
Los presidiarios despreocupados
Miradas en las que el trueno rehúsa volver
Botellas llenas de tiempo perdido
El paisaje de las últimas luces
De una garganta sobre pilotes
Las antiguas cabelleras
Pegadas en las ramas el fondo de los mares vacíos
Donde tu cuerpo es sólo un recuerdo
Donde la primavera se arregla las uñas
La hélice de tu sonrisa arrojada muy lejos
Sobre las casas que no nos interesan
y los declives de carne encierran
El azar servil de los arzones de miel
En la mañana devorada por el sudor
Sólo perdí mis pies inútiles para el viaje
En las estaciones del viento
El casco enguantado de un navío sin velas
Y yo hablo con tu voz
En la hora en que se obstinan todos los senderos de arena
En la hora que indican los faros quemados del sicomoro
En la herida húmeda de un pájaro sin alas
Se sumerge el verano destructor de despojos

Publicado en "Documents": Intervention surréaliste (1934)



Recopilación de poetas de las Antillas 
francesas, entre ellos Étienne Lero, 
Clément Magloire Saint-Aude 
y Aimé Cesaire