sábado, 28 de octubre de 2017

AVISTAMIENTOS DE AVUTARDAS (IV)



Las avutardas, en sus recónditos cubiles provistos con los más modernos televisores de plasma, celebran por todo lo alto que el correcaminos ha vuelto a escapar de las garras del coyote.

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domingo, 22 de octubre de 2017

AVISTAMIENTOS DE AVUTARDAS (III)


Lajos Polanyi, gran ornitólogo húngaro, llegó a diseñar un dispositivo infalible para poder avistar a la avutarda. Nuestro plumífero, gran señorona de los llanos, es coqueta como ella sola. Esta circunstancia fue aprovechada por el húngaro para instalar en mitad de la llanura un espejo de tocador con una cámara fotográfica oculta. De esta manera, gracias al narcisismo del ave esteparia, Polanyi saltó a la fama mundial al conseguir un puñado fotos de avutardas haciendo muecas, antes nunca vistas, frente al espejo.

Poco después, el sesudo biólogo alemán Karlheiz Kaufmann desacreditó el trabajo del húngaro calificándolo de fraude. Según este científico, las fotos que Polanyi mostró a la comunidad científica no eran más que pequeños mamíferos del llano disfrazados de avutarda para confundir y burlarse de los estudiosos. Kaufmann, tras examinar las fotos con modernas técnicas usadas en las universidades alemanas, llegó a la conclusión que las fotos estaban retocadas con un tipo de software muy popular. La afirmación del experto alemán ha hundido a media comunidad científica en el pesimismo pues dudan de la existencia real de las avutardas que quizá lleven décadas extinguidas.

La polémica sobre la existencia de las avutardas llevó a un tercer estudioso, Andrew McAllister, natural de Glasgow, a emprender un viaje al hábitat natural de la avutarda y no volver a tierras escocesas hasta no conseguir una prueba irrefutable de la existencia o no existencia del ave. Sin embargo, los meses pasaron y el estudioso no daba señales de vida. Fue entonces cuando la universidad de Glasgow, cansada de mandar dinero para un estudio que no producía resultados palpables, envió a un detective quien, horrorizado, terminó por descubrir que el ornitólogo escocés se estaba gastando el dinero de las dietas en alcohol y mujeres.

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sábado, 14 de octubre de 2017

AVISTAMIENTOS DE AVUTARDAS (II)


Vale la pena abrirse camino a machetazos por selvas de telaraña y cinc, caminar a gatas sobre lava recién regurgitada por el cinturón de volcanes del trópico, arrastrarse por desiertos de jade con un cuchillo incandescente en las fauces, deslizarse ladera abajo por cadenas montañosas de marfil de contrabando, recorrer kilómetros de sendas flanqueadas por alambre de espino y estacas con cabezas reducidas de exploradores que fueron el plato fuerte de un banquete de caníbales, sortear el tráfico frenético y los ejércitos de transeúntes en la hora punta de una gran metrópolis, para poder avistar en un punto remoto en mitad del áspero pergamino de la planicie el conmovedor momento en el que el macho de la avutarda levanta su penacho de plumas luminosas y la hembra le guiña un ojo, llegando a su culmen el cortejo nupcial.

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jueves, 12 de octubre de 2017

EL CORAZÓN DE LA FLAUTA (fragmento) por Marco Antonio Montes de Oca

[Biografía de Marco Antonio Montes de Oca aquí]

Peces flores dibujos
Son tesoros que todavía persigo
Pero otros amigos de aquella edad
Prefieren el dinero que cambian mariposas en gusanos
y a ellos mismos convierte
En sucia parvada que el espacio ya no acoge
Y que sólo habla de números
Pero nunca al modo de Pitágoras

Sangran aroma ciruelos y claveles
La uva irradia su ser
Tan copiosamente como puede
Pero mis amigos
Mis antiguos amigos tan misteriosamente envejecidos
Espantan a pájaros y espantapájaros
Lo consumen todo y no regresan nada
Son polvo enamorado
Pero del polvo solamente

Quizá no lo saben
Pero el destino se despetala y nos deshoja
El fuego aborda nuestro gran galimatías
Y no sabe por dónde comenzar
Por todas partes brama la transparencia huracanada
Nubes y más nubes se rompen en mitad del pecho
Es difícil pasar la noche con uno mismo
Y cantar la resurrección del hombre salvaje
Difícil casi todo es difícil
Los reinos traspasan su propia orilla
Para ahogarse en la manga de los magos

Aun así te doy las gracias
Columna salpimentada con polvo de rubíes
Estío ensimismado marea blanca perfume milenario
Estamos contigo porque nos besas de improviso
Porque tu encaje de cohetes sí festona las pirámides
Sí atiza las llamas que equilibran su solo pie
Sobre mechas de paja
Sí derrama lágrimas verdes
Ácidos magníficos
Capaces de irritar a fósiles almejas

Ha roído la paciencia rojizas catedrales
Nada se mueve en esta galería dormida
Anegada en silencio la boca florece
Dice lo que tenía que decir
Por una vez va más allá del blanco y del disparo
Y retorna con varios plenilunios de repuesto
Al rincón más hostil de la caverna
Al lugar en que el exilio sus afrentas enardece
Cuando la muerte se pone su máscara de fósforo
Y es como un reloj que a sí mismo se consulta
Y olea y brilla a media noche
E incendia el nido del fénix
Y ya nada renace.

Composition 4 de Roland Topor.

viernes, 6 de octubre de 2017

AVISTAMENTOS DE AVUTARDAS (I)


Se dice que la avutarda, huidiza ave esteparia, es sumamente difícil de avistar. Éstas gráciles corredoras de la planicie libran una guerra con el ingrato ser humano, que sueña no solo con espiar todos sus movimientos, escudriñando su vida más íntima y haciéndola pública en impúdicos manuales de ornitología, sino también con darles caza y despojarles de los espectaculares penachos de su cola, que casi siempre acaban a modo de trofeo en el  gorro de algún presuntuoso cazador o en una taberna, adornando una foto, quizá trucada, de un hermoso ejemplar de plumífero, mientras los lugareños se alcoholizan y alardean de haber avistado, y aun cazado, la avutarda más grande y vistosa de la comarca. De ahí que esta rara avis haya declarado la guerra a nuestra especie y se desplace con sigilo de aquí para allá en traje de camuflaje, levantando su graciosa cabecita, provista de esos potentes prismáticos que son sus ojos, para otear el horizonte mesetario e ir tomando posiciones para el asalto final sobre los vanos aires de grandeza humanos.

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