sábado, 20 de enero de 2018

AVISTAMIENTOS DE AVUTARDAS (XIX)




En una época de crisis como la actual, con la consiguiente falta de fe en los valores tradicionales, la gente necesita algo en lo que creer; de lo contrario, la población se entregará al nihilismo revolucionario. Eso lo saben bien los poderes que han decidido potenciar el culto al ave esteparia. Aprovechando la polémica generada por la foto de las tres avutardas atravesando un lago helado, los servicios de inteligencia del estado han ideado la operación “Otis tarda” (que es el nombre científico, en latín, de la avutarda) consistente en colocar señuelos en forma de avutarda en diversos lugares para seguidamente retirarlos. De esta manera, las falsas apariciones de avutardas sirven al mismo propósito que las apariciones marianas o los avistamientos de ovnis, a saber, dar a los mass media y por ende al común de los mortales un tema inocuo del que hablar.

En contra de lo que se podría pensar, esta estrategia necesita del escepticismo de científicos como el Dr. Kaufman. De hecho, el escepticismo es clave para fomentar una estrategia de polarización social en torno a las apariciones de avutardas y de esta manera evitar que se hable de la espinosa cuestión social. Y ha sido gracias a esta coyuntura favorable que el Dr. Kaufman ha ido retornando poco a poco del ostracismo hasta el punto de volver a salir por televisión en horario de máxima audiencia.